
Aicega: “Si tuviera que volver a elegir un lugar para estudiar, siempre sería la UBA
Felicidad, libertad y compañerismo. Las tres palabras que Magui Aceiga -nutricionista e histórica capitana de Las Leonas- elige para describir sus años de estudios en la educación pública.
Por Lucía Borello
Su nombre está indiscutidamente ligado al nacimiento de las Leonas y al boom del hockey argentino. Capitana de la selección y con tres medallas olímpicas, entre tantos premios, Magdalena Aicega (47) cuenta que su sueño durante mucho tiempo fue estudiar Veterinaria (al ser amante de los animales), sin embargo se decidió por Nutrición. Creía que esta profesión se complementaría muy bien con su carrera como deportista.
En 1991 Magui hizo el Ciclo Básico Común (CBC) y en 1992 comenzó Nutrición en el noveno piso del Hospital de Clínicas, dentro del predio de la Facultad de Medicina. Hasta hoy en día, muestra mucho interés por el estudio, debido a que actualmente está formándose como periodista, otra de sus pasiones.
-Magui,¿por qué elegiste la UBA y no otra institución?
-Con la vida que tenía en ese momento, entre entrenamientos y viajes, la UBA me daba la libertad de elegir mis horarios y tener flexibilidad. Quería manejar mis tiempos. Además, al ser pública y gratuita no tenía la presión de aprobar muchas materias. La verdad es que si tuviera que volver a elegir, siempre elegiría la UBA.
-¿Cuál fue tu impresión al entrar a la universidad? ¿Qué recuerdos te llevas?
MA: Siempre tuve una buena impresión. Éramos muchas mujeres y muy pocos varones. En ese momento era una carrera prácticamente solo de mujeres, ahora hay más hombres que la estudian. Me acuerdo que en el ‘95 cuando me fui a los Juegos Panamericanos de Mar del Plata y volvimos campeonas, me hicieron una gran bienvenida, con carteles, todos felicitándome. Me trataron de diez. Cuando viajaba y no podía asistir a algún parcial, me daban la posibilidad de rendir fuera de fecha. Tenía esas oportunidades. Siempre fui muy agradecida con la facultad por entender mi situación.
Magui Aicega junto a las Leonas en Australia 2002. Foto: Álbum personal
-¿Y tus compañeras?
-Eran lo más. Había un grupo de compañeras con las que nos turnábamos una vez al mes para desgrabar las clases. En todas las materias había personas muy amorosas que me ayudaron un montón a hacer trabajos que yo sola no hubiese podido.
-¿Sentís que algo cambió en vos tras tu paso por la educación pública?
-Yo soy muy ordenada, el deporte me ordenó mucho. Siempre que me puse objetivos los cumplí, hasta el día de hoy. Y yo sabía que iba a terminar la carrera. La universidad pública me dio orden, estructura y libertad, pude armar mi propio esquema. Me levantaba a las 4 de la mañana a estudiar, iba a entrenar y después a cursar. No me ponía excusas. Creo que todas las carreras dan un futuro. La universidad pública me dio la posibilidad de terminar la carrera acorde al resto de mi vida como deportista.
“La universidad pública me dio orden, estructura y libertad”. Foto: Álbum personal
-¿Estudiar Nutrición incidió en tu vida de alguna manera? Ya sea en tu carrera como deportista, en tu alimentación personal o en la de tu familia?
-En mi alimentación, seguro. Yo soy vegetariana desde hace diez años. Cuando estaba en la selección no lo era porque me gustaba mucho la carne. Pero en un momento hice el click y tomé la decisión. Hacerme vegetariana me hizo muy bien a la cabeza, al elegir no comer animales muertos. Pero no estoy a favor de los que son muy terminantes, en decir que los que comen carne son “asesinos”, para nada. En mi casa comen carne, no soy hincha con eso. Soy de la filosofía de que cada uno haga lo que quiera mientras que no moleste a quien tiene al lado. Al ser nutricionista y vegetariana siempre supe cómo suplementarme.
-¿Con qué tres palabras describirías tu paso por la UBA?
–Felicidad, porque me pude recibir. Libertad, porque pude manejar mis horarios. Y por último, compañerismo, porque gracias a mis compañeras, quienes me ayudaron muchísimo, hicieron que todo fuera más llevadero y que lograra cosas que sola me hubiesen costado el doble.
Fuente: Télam



