Fraternidad abrió las puertas del Brown para la vuelta de futsal
El reloj marcó las 8:00 cuando integrantes del equipo Fraternidad ingresaron al club Jorge Gibson Brown de Posadas, en lo que marcó el retorno oficial de los entrenamientos del futbol de salón en la capital provincial. Pasaron más de 80 días para que jugadores, profes y entrenador volvieran a realizar movimientos con el balón dentro del microestadio de la entidad deportiva.
Pero antes, todos debieron atravesar un estricto control sanitario, establecido en el protocolo aprobado por el Gobierno provincial a Apofusa (Asociación Posadeña de Fútbol de Salón). Cerca de 17 mil pesos le costó a la entidad poder armar el circuito de desinfección que se inició con el control de temperatura en el acceso a la sede, continuó con la sanitización de los calzados, mediante una alfombra para tal fin y siguió con una declaración jurada por parte de los deportistas. En el documento hicieron constar su estado de salud y que no tuvieron contacto con pacientes positivos de covi-19.
El alcohol en gel no podía faltar, pero esta vez llegó a pedal, el “novedoso” dispositivo tiene como objetivo evitar el contacto con las manos y finalmente, todos fueron rociados con alcohol rebajado al 70%. Respetando el distanciamiento social, con espacios específicos para jugador la pelota volvió a rodar para calmar un poco la ansiedad de quienes practican este deporte, pero sobre todo de quienes palpitan con la actividad.
Carlos Suirez, presidente de Apofusa fue contundente sobre la vuelta de cualquier competición y es que para ello, todavía habrá que esperar. Desde la entidad recordaron que su oficina está abierta de lunes a viernes, de 16:00 a 18:00. Allí se pueden reservar los turnos de entrenamiento, siempre y cuando se cumplimenten los respectivos requisitos.