
Jorge Kirchner: “Vivimos un déjà vu de Menem, pero mucho más acelerado”
En una entrevista concedida al programa “Con Fundamento Kriollo” de Radio Lateral, Jorge Antonio Kirchner, un ingeniero en computación y militante peronista de la ciudad de Eldorado, Misiones, analizó la compleja situación política y económica actual, trazando paralelismos con gobiernos anteriores y detallando el resurgir de la militancia justicialista en la provincia. Kirchner, quien curiosamente investigó un posible parentesco con la familia Kirchner, relató un encuentro personal con Néstor Kirchner en Iguazú en 2001, un momento que describió como “uno de los momentos más impresionantes que tuve en toda mi vida”.
Respecto al clima electoral, Kirchner fue contundente al afirmar que el gobierno nacional está “a punto caramelo” y destacó la importancia de las elecciones en Buenos Aires como una “estocada final”. Desde Eldorado, relató que el justicialismo se encuentra en un estado de reorganización y actividad permanente. “Nos estamos reuniendo. Hay varios grupos que obedecen a la ideología justicialista. Estamos en reunión permanente… estamos vivos y proactivos”, aseguró, mencionando la visita reciente de Cristina Brítez y Pájaro Martin Ayala a su localidad.
El entrevistado criticó duramente la estrategia oficial, acusándola de buscar “confundir a la gente” a través de una estigmatización del peronismo. “La estrategia política que utilizan los grandes influenciados por el norte es estigmatizar al justicialismo al máximo“, afirmó Kirchner, señalando que la batalla principal es la cultural, la cual considera que no se concluyó en 2015 y que Alberto Fernández “ni se acordó de eso”.
Sobre el impacto concreto de las políticas nacionales en su ciudad, Kirchner fue gráfico: “Estamos viviendo un déjà vu del gobierno de Menem, pero de una manera mucho más acelerada”. Detalló un panorama de cierre de comercios, dificultades para alquilar locales y empresas que deben pagar sueldos de su propio bolsillo. “Eldorado está mal. Eldorado no está nada bien”, sentenció, describiendo cómo los vecinos cruzan a países limítrofes para abastecerse, un fenómeno que justifican irónicamente como ser “patriota de la patria grande”.
Al ser consultado sobre cómo cambiaría la provincia bajo un gobierno peronista, Kirchner enumeró una larga lista de obras realizadas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, como “autovías, de rutas, caminos, electrificación… la Costanera, todo proyecto autovía que terminó en Loreto, la Cruz de Santa Ana, la mejoría de las cataratas del Iguazú”. Contrastó esta visión con la actual, que calificó de “traición” por morder “la mano al que le dio de comer”.
Para finalizar, Kirchner se refirió a la presión sobre los empleados públicos y el camino a seguir. Les envió un mensaje claro: “Andá hacé todo lo que te piden, pero vos cuando entrás al cuarto oscuro sos el rey de la democracia. Votá a que tu corazón te dice”. Su mirada está puesta más allá de octubre, en 2027, con el objetivo claro de lograr la libertad de Cristina Fernández de Kirchner para que pueda conducir el partido. “Desde la casa donde está presa está manejando todo el país. ¿Te imaginas si estaría suelta? Dios mío, qué lindo”, concluyó.




