
Miguel Allou desanda la historia de La Chupetona: de los ensayos en el barrio al reflujo del rock
En una entrevista para el estreno del programa “Yo los conozco” de Radio Lateral, conducido por Sergio Centenaro y Vanina Thomas, Miguel Allou, vocalista de la banda de rock misionera La Chupetona, repasó los orígenes y la vigencia de una de las formaciones más legendarias de la provincia.
El músico detalló cómo se gestó el proyecto a partir de reuniones entre amigos del barrio, con equipamiento precario y mucha pasión. “Nos juntamos con Jorge, que era el bajista y tenía una banda que era Muga Mukay, se llamaba.. Y éramos nosotros dos y teníamos un batero, que el batero tenía una chancha de estudiantina, era el bombo y un redoblante”, recordó Allou sobre los comienzos.
El nombre de la banda, que suele generar curiosidad, nació de una canción y no fue la primera denominación del grupo. Allou explicó que antes de consolidarse como La Chupetona, pasaron por otros nombres como Muga Mukay y Profesor Neurus. El término definitivo llegó inspirado por una persona real del barrio. “La Chupetona era el nombre de una canción. Que, a su vez, era el apodo de una chica que trabaja ahí en el barrio Los Pinos. Una balada, -la Chupetona se hacía la linda-“, reveló el cantante, añadiendo que el sonido inicial de la banda tenía una influencia clara: “medio tipo Kanishka. Sí, sí. Esta era La Chupetona”.
Siempre existió una comparación inevitable con la banda mexicana Molotov o, principalmente, con Mamonas Assassinas, un paralelismo que el propio Allou y sus compañeros buscaron manejar con cuidado. “Tratamos de despegarnos de eso de Mamonas Assassinas porque está bien que se disfrazaban y eso, ¿viste? medio la misma. Bueno, eran por supuesto que anterior a nosotros, pero sí, a mí me encanta esa onda también está buenísima, pero tratando de despegarnos, pero sí, mucha gente nos identifica con las mamonas”, admitió el artista, reconociendo la influencia, pero marcando también la búsqueda de una identidad propia.
Respecto a su registro discográfico, Allou confirmó que la banda tiene un historial de grabaciones muy modesto, casi artesanal, y que incluso sufrieron la pérdida de material valioso. “Llegamos a grabar nada, presentaciones en canal 12 hace 25 años o 26 años que ya no tenemos. Recuerdo que estuvimos grabando en lo de Osvaldo (De la Fuente) y se fundió la compu perdiéndose el registro”, lamentó. Sin embargo, aclaró que sí cuentan con algunas producciones: “grabamos algo así sencillito, unos temas ahí en lo de lo de Neco (Swidersky) cuatro temas, pero nada súper producido digamos, y después lo que grabamos en vivo con Osvaldo en el Centro Cultural. No es un disco, pero nosotros lo editamos igual, lo sacamos así como un disquito”.
Sobre su enérgica y reconocida presencia escénica, Allou reflexionó sobre la transformación que experimenta al subirse al escenario, atribuyéndolo a un sentimiento puro y genuino. “Yo soy re vergonzoso, re tímido, pero cuando me disfrazo, cuando uso un vestuario, una máscara o algo, me siento mejoro , no es que me esté mostrando, lo hago con un sentimiento real, lo que siento es algo indiscutible”, describió. Los conductores coincidieron en admirar su potencia: “Te felicito por el poder de tu voz con el saltar, no sé, el salto del tigre en el escenario y estás cantando con la potencia y saltas y volves y tenés la misma pasión y fuerza”.
Finalmente, al ser consultado sobre el estado actual de la movida rockera local, Allou se mostró optimista y observador de una nueva ola. “Estoy medio alejado de la noche roquera… pero hablando de rock, yo creo que se vino una nueva ola del género del rock creo que está regresando. Después de todo esto del reggaetón y todas estas cosas, creo que se viene algo nuevo, un reflujo, un reflujo del rock. Sí, sí. Que va a explotar esto”, vaticinó, cerrando la charla con la esperanza puesta en un renacer del movimiento cutural que lo vio nacer.



