Nacionales

​Siguen los éxitos – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna 

Las imágenes del emblemático recinto donde se reúne la Asamblea General de las Naciones Unidas parecen contundentes. Los oradores hablan con un bello panel de mármol verde a sus espaldas, mientras dos enormes pantallas a ambos lados amplifican su imagen para que ni sus menores gestos se pierdan en la inmensidad del salón. Lucía colmado cuando tomó la palabra Lula, el Presidente de Brasil, quien adhirió con firmeza al denominado Pacto para el Futuro. Al llegar el turno del Presidente Javier Milei, quien expuso las razones por las que la Argentina se distanciaba de esa agenda y abandonaba la tradicional neutralidad que el país mantuvo desde fines del siglo XIX, estaba casi desierto. Sus discursos fueron antagónicos, la repercusión en la asamblea también.

Lula y Milei en la ONU.

Pero desde hace ocho décadas Brasil inaugura la Asamblea, un dato histórico, tan fuerte como la preeminencia de los cinco países con asiento permanente en su Consejo de Seguridad y poder de veto a sus resoluciones (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China), por su rol decisivo en la Segunda Guerra Mundial. Brasil relegó a la Argentina porque fue el principal apoyo sudamericano de los aliados en el conflicto, donde un contingente de sus Fuerzas Armadas entró en combate junto con los estadounidenses y cedió territorio para que Estados Unidos instalara una gran base militar. En cambio, la Argentina recién le declaró la guerra a Alemania en marzo de 1945.

Brasil obtuvo la pole position en la Asamblea General, porque en 1947 no había entusiastas por inaugurar la nueva institución, y el canciller Oswaldo Aranha dio el paso al frente. De modo que no es razonable asignarle mayor importancia a la comparación de las fotos.

Más significativa fue la respuesta de los mercados financieros, donde el discurso de Milei fue acompañado por una fuerte caída de bonos soberanos y de acciones de las empresas argentinas que cotizan en la bolsa de Nueva York. Sin embargo, al día siguiente el diario The Wall Street Journal colocó su imagen en el principal lugar de su portada, si bien ningún artículo explicó la razón. No hay dudas de que el Presidente empuñando el martillo con el que golpearía la campaña es el cosplayer más pintoresco del circo global, con su sonrisa bennyhilliana y aun sin los disfraces que le suministraba Lilia Lemoine.

Milei peroró en la tribuna, con una mínima mención al territorio argentino ocupado por una potencia extracontinental, pero la canciller Diana Mondino firmó un entendimiento que permite a Gran Bretaña la comunicación desde Córdoba con las islas Malvinas y repite la retórica sobre los acuerdos económicos por encima de la soberanía, tal como en el paraguas del menemismo o la fiesta del Malbec entre Foradori y Duncan. Tan brutal fue que hasta la Vicepresidenta Victoria Villarruel dijo que ese era su límite y que lo acordado con Londres es contrario a los intereses nacionales. Para la hija del segundo de comandos de Aldo Rico en Malvinas, el Reino Unido obtiene “ventajas materiales, concretas e inmediatas, mientras que a nosotros nos ofrecen migajas como consuelo emotivo y debilitan nuestra posibilidad de negociación”.

El billonario estudia

Como explicó el analista de centroderecha Rosendo Fraga, mayor importancia que los pocos minutos en el podio de la ONU son los que pasó junto con Elon Musk, el primer hombre que alcanzará la inconmensurable categoría de billonario, si sus negocios continúan al mismo ritmo. Musk recibió a la barra argentina que acompañó a Milei (su hermana Karina, el embajador argentino en Estados Unidos Gerardo Werthein, el Ministro de Economía Luis Caputo y el asesor presidencial Demian Reidel). Todos alzaron sus pulgares y Musk, no menos entusiasta y agresivo que Milei, dijo que sus empresas estaban estudiando qué inversiones podrían realizar en la Argentina. Es decir, por ahora, bellas palabras.

Pulgarcito y sus amigos.

La realidad no les devuelve la sonrisa que prodigan. Milei volvió a ser corregido por funcionarios de su propio gobierno. En Wall Street había dicho que suprimiría la administración de las divisas (lo que equívocamente se llama cepo) cuando la inflación se reduzca a cero. Pero fue tan confuso que un centenar de inversores y banqueros, reunidos por el banco JP Morgan le reclamó precisiones a Caputo, quien contestó que bastaba con una reducción al 2,5% mensual.

Pero ni el Presidente ni su ministro explicaron qué relación habría entre el IPC y el cepo. Esta omisión roza el tabú: el problema es la disponibilidad de dólares y su relación con el IPC que mide el INDEC, dentro de la economía bimonetaria que ha popularizado en sus intervenciones públicas la ex Presidenta CFK. Milei no se cansa de negar que exista algún conducto que vincule la cotización de la divisa y el nivel de precios pero en la práctica su gobierno lo tiene más que presente. La cotización del dólar es uno de los precios regulados en nombre de la libertad, como las negociaciones paritarias y las tarifas de servicios públicos.

Salvatore Rosa. La mentira, en la forma de un hombre que sostiene una máscara. 1651, intervenido por Navaja.

Pese a esta contradicción entre hechos y palabras, es imposible evitar que el principal tema de preocupación de sus interlocutores internacionales sea la acumulación de reservas y el pago de las deudas, con inversores privados y con organismos internacionales de crédito como el Fondo Monetario Internacional. El principio enunciado por Milei al presentar el presupuesto (antes de contemplarse cualquier gasto deben reservarse los fondos para el pago de la deuda), les complace, pero no les parece suficiente, porque tienen una idea más realista de la resistencia del material humano a las condiciones extremas.

Esa preocupación de los acreedores fue confirmada por el decreto de necesidad y urgencia 846, del 20 de septiembre, que modifica el artículo 65 de la Ley de Administración Financiera. Esa ley condiciona “las operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública” al “mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales”.

Macrì intentó reformarla en 2018, pero ese fue el año de la crisis cambiaria que desembocó en el préstamo del FMI. Milei volvió a intentarlo este año en la Ley Bases, pero no obtuvo los votos suficientes. Insistir de este modo en una reforma que integraba un proyecto de ley y no fue aprobada por el Congreso es una forma más de desvirtuar el sentido constitucional y legal de los decretos de necesidad y urgencia, que el Poder Ejecutivo puede aprobar sin intervención de las cámaras legislativas. Le basta con que no lo traten, e incluso mantienen vigencia si una de las dos lo rechaza. Es la sanción ficta que la propia Constitución impugna.

En temas como la reestructuración de la deuda pública, el decreto generaría derechos inconmovibles una vez que se hubiera aplicado aunque fuera derogado por diputados y senadores. Al eliminarse la regla de 2 sobre 3 condiciones, el canje de deuda en pesos por deuda en dólares, los canjes podrán realizarse “teniendo en cuenta los valores existentes en los mercados” y sin control del Congreso. Es decir que las condiciones no las pondrá el deudor, sino el acreedor, igual que en el megacanje de 2001.

Por más que Caputo insistiera en el JP Morgan que el país pagará los vencimientos de enero y de julio de 2025, la sombra de una nueva reestructuración asoma en el horizonte de los acreedores, que se aprestan a obtener las mejores condiciones, tal como lo permitiría el DNU 846/24. Además, antes de enero faltan las revisiones del acuerdo con el FMI de junio y septiembre de 2024, cuyo cumplimiento es improbable, pese al blanqueo, que el gobierno prorrogó un mes más, hasta el último día de octubre. Hay quienes lo atribuyen al escaso flujo de fondos, pero también aquellos que afirman lo contrario: los 7.100 millones de dólares ya registrados rondarían el 90% del efectivo que obtuvo Macrì en su mejor momento.

¿Quién manda?

Una discusión del mismo tenor enfrentó a Elon Musk con Lula. Resulta irónico que el discurso de Milei ante la Asamblea General fustigara “un programa de gobierno supranacional, de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados Nación”, mientras Brasil ejercía el poder soberano que el Presidente argentino sólo invocara, en oposición al gobierno supranacional de las grandes corporaciones, con el que se identifica.

El Tribunal Supremo Federal de Justicia de Brasil suspendió la autorización para el funcionamiento de Twitter/X porque la empresa se negaba a designar un representante que asumiera la responsabilidad ante el estado nacional. La acción fue iniciada por el juez del Supremo Alexandre de Moraes, quien exigió el bloqueo de las cuentas que difundían discursos de odio y fake news. Pero Musk se negó a lo que denunció como un intento de censura. Entonces De Moraes bloqueó directamente a la red, congeló sus activos y los de Starlink, le impuso una multa de más de 3 millones de dólares y le exigió designar a un representante legal en el país. Luego de un intento inicial de rebeldía, usando las conexiones satelitales de Starlink para mantener el servicio pese al bloqueo, el amigo de Milei cedió. Otros competidores, como Bluesky y Tumblr, tuvieron un crecimiento vertical de usuarios por la migración de los bloqueados de Twitter. Musk terminó por acatar la orden del Supremo y designó a la abogada Rachel Conceição como representante legal en Brasil. De Moraes paladea su triunfo, dilatando los trámites burocráticos necesarios para el levantamiento del bloqueo. El acatamiento de Musk abre la puerta para que la justicia brasileña investigue a los difusores de noticias falsas en apoyo del ex Presidente Jair Bolsonaro, entre ellos el asesor de Milei Fernando Cerimedo, que en la Argentina edita el pasquín Derecha Diario.

Pobre Argentina

La preocupación de los banqueros que dialogan con Caputo era alimentada por un dato cuya exacta dimensión aún no se conocía, pero que se consideraba ineluctable: el vertiginoso crecimiento de la pobreza y de la indigencia en el primer semestre del gobierno de los Hermanos Milei. Los datos revelados esta semana por el INDEC son apabullantes: la pobreza creció 11 puntos, hasta llegar al 52,9% de la población en los 31 aglomerados urbanos que el organismo mide, mientras la indigencia pasó del 12% al 18%. Si el cálculo es interanual, la indigencia se duplicó, desde el 9,3% en el primer semestre del año pasado. Además los pobres de hoy son más pobres que quienes remaban en esa situación al concluir el gobierno anterior. La inconcebible cifra de 15,6 millones de pobres y, dentro de ellos, de 5,4 millones de indigentes se agrava en el corte etario, ya que entre el nacimiento y los 5 años, el 64% son pobres y entre ellos el 23,3% indigentes, es decir que no cubren los requisitos mínimos alimentarios. Pero es peor de lo que parece, porque el INDEC sólo mide 31 ciudades, en las que viven menos de 30 millones de personas, es decir que ignora a otros 17 millones que residen en el resto del país. Si las proporciones fueran las mismas, y es muy plausible que lo sean, tenemos casi 25 millones de pobres, de los cuales ocho y medio son indigentes. Es decir, cinco millones más de pobres y tres de indigentes.

Las reacciones oficiales ante esta información sugieren que el gobierno quedó atontado pese a que el dato no lo tomó por sorpresa. A la misma hora del informe del INDEC, Milei y su hermana recibían en la Casa de Gobierno a la presentadora Susana Giménez, con quien se fotografiaron en el despacho presidencial y en el balcón sobre la Plaza de Mayo. Y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, firmó un comunicado en el que afirma que “la pobreza se está desacelerando, más allá del dato”. Lo que se conoció es “el pico” de la pobreza, pero ahora “la tendencia está cambiando”. Esta afirmación podría tener, al menos, una parte de verdad, porque la devaluación y la suelta de precios de la primera semana del actual gobierno son los responsables principales del brutal incremento de quienes no cubren sus necesidades, que luego ha comenzado a moderarse. Pero omite que esa combinación fue decidida en forma deliberada por el gobierno para producir ese efecto, que licuó salarios, jubilaciones, plazos fijos y depósitos y deudas del Banco Central. Por eso el Poder Ejecutivo vetó la ley de actualización previsional que hubiera devuelto a los jubilados el 8,1% de sus ingresos, perdidos con aquel saque inicial, que los Hermanos Milei intentan hacer permanente. Lo hizo a propósito y no está dispuesto a revertirlo.

Algo similar ocurre con los fondos que el Estado retaceó para los salarios de docentes y no docentes de las universidades nacionales y que también fueron devueltos por una decisión del Congreso. Una vez más, el gobierno anuncia el veto total a esa ley y se ilusiona con volver a reunir el tercio de bloqueo en al menos la Cámara de Diputados que respalde el veto. La práctica aconseja no hacer vaticinios acerca de si lo conseguirá. El paro de los docentes y la marcha federal anunciada para el miércoles 2 de octubre inquieta al gobierno, porque acusó el impacto de la primera gran movilización del 10 y el 11 de abril.

También le preocupa la caída de todos los indicadores de aceptación del Presidente y su gobierno, registrada sin excepciones por todas las consultoras que escrutan el humor social. Sin bancadas significativas en las dos cámaras del Congreso, ni gobernaciones ni intendencias, no tiene otro activo para oponer que la adhesión colectiva que se expresó en las elecciones de noviembre pasado. Si las aguas del tiempo barren esa arena, el rey de la selva puede convertirse en un caracol sin caparazón, reptando a la intemperie. De ahí la convocatoria al acto realizado ayer en el Parque Lezama, con el que el Presidente intentó conectar con la participación eufórica que lo llevó desde el stand-up y el panelismo a la máxima dignidad política. Lo que tenía en 2021 y ha perdido ahora es credibilidad por una práctica demasiado parecida a la que objeta. Su hermana exhortó a llenar el Congreso de “defensores de la libertad” y Milei auguró un batacazo electoral en 2025.  Eso es dudoso, pero por mal que le vaya, es seguro que mejorará sus raliado poderío actual. Con su extravagancia habitual dijo que la victoria de David sobre Goliat significa Dios, Patria y Familia (sic).

Las fuerzas del cielo

Por ahora, ante cada contratiempo el Presidente acelera, con un decisionismo extremo y sin respeto por el marco institucional, cosa que le ha rendido buenos frutos. Así como intenta resolver por decreto proyectos de ley que el Congreso rechazó, también busca la forma de privatizar Aerolíneas Argentinas, pese a que en la negociación con los demás bloques legislativos la excluyó de la nómina a enajenar.

Con la aquiescencia de las distintas vertientes radicales (las UCRs, Stolbizer, Carrió) cuyo antiperonismo esencial iguala al de los liberales del PRO y LLA, decretó el carácter esencial del servicio de la aeronáutica civil aerocomercial. También consiguió sancionar una reforma laboral que retrograda un siglo los derechos de los trabajadores. En caso de huelga los gremios aeronáuticos deberían mantener no menos de la mitad de los vuelos programados. Ante un reclamo salarial de los pilotos nucleados en APLA, el gobierno despidió a tres de ellos, que se negaron a realizar un vuelo a Brasil para devolver aviones cuyo alquiler concluía. Esto motivó la declaración de huelga, a la que adhirieron otros gremios del sector. El Secretario General de APLA, Pablo Biró, dijo que la situación era grave y que empeoraría, por lo que la Ministra de Seguridad Patio Bullrich lo denunció por incitación a la violencia. Pero el fiscal Franco Picardi dictaminó que Biró sólo había ejercido su derecho a la libertad de expresión y que no había delito en sus palabras, por lo que decidió no promover la acción.

Y el juez laboral Ricardo Hierrezuelo dispuso la suspensión por tres meses de los efectos de la esencialidad hasta la sentencia definitiva. En sus considerandos mencionó el reconocimiento constitucional y de los tratados internacionales del derecho a la huelga. Su limitación por los decretos del Poder Ejecutivo “debe analizarse con extrema prudencia y excepcionalidad”, para no convertir ese derecho en letra muerta. También citó el pronunciamiento del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que no considera servicio esencial el que prestan los pilotos de líneas aéreas, por lo cual los ampara el derecho a la huelga.

Una tercera decisión favorable a los pilotos provino de sus colegas brasileños. Los de la compañía Gol, a la que el gobierno argentino intenta transferir la gestión de la empresa nacional pidieron una audiencia con Lula, anticiparon su solidaridad con los huelguistas y dijeron que no pilotearán los aviones de Aerolíneas Argentinas.

La reforma laboral, impulsada por la UCR, elimina la indemnización por despido si la empresa acuerda con el sindicato cualquier régimen distinto. La afirmación del ministro desregulador Federico Sturzenegger de que aun así cualquier trabajador individual puede permanecer en el régimen anterior es una burla. Desconoce el principio protectorio, rector del derecho del trabajo entre partes de poder asimétrico, y pasa por alto que sólo estará al alcance de quienes ya tienen un empleo convencionado.

Los pirómanos de la verdad

Uno de los temas de la Agenda de Naciones Unidas que el gobierno argentino rechaza es el cambio climático y sus consecuencias, a pesar de los incendios que ya consumieron 60.000 hectáreas de bosque nativo en Córdoba. El calor extremo, la sequedad y los vientos favorecen la ignición, pero a ello se suma la intencionalidad comprobada en la amplia mayoría de los focos que luego las condiciones climáticas propagan y dificultan su combate. Hay algunas manifestaciones explícitas, como la del presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, quien dijo que “se seguirá incendiando” como forma de presión para reformar los ordenamientos territoriales en materia de protección de bosques nativos y reservas hídricas naturales, porque limitan la expansión de las actividades agropecuarias. Se refería específicamente a las leyes provinciales de bosques y a la protección de reservas naturales. Tanto o más severa es la ley nacional de Manejo del Fuego. Esa ley 27.604/20 prohíbe realizar durante 30 años emprendimientos inmobiliarios, agricultura extensiva que modifique el territorio o cualquier otra actividad agrícola distinta a la realizada antes del incendio de zonas agrícolas, praderas y pastizales. En caso de bosques nativos, áreas naturales y humedales, como es el caso de los fuegos cordobeses, la prohibición alcanza los 60 años, durante los cuales no se podrá dividir o lotear ese territorio, realizar un negocio inmobiliario o una actividad agrícola distinta a la que se realizaba allí.

En su primera cadena nacional, en cuanto asumió, Milei cuestionó esa ley y anunció que la derogaría. Estaba implícita la alusión al autor de esa ley, el diputado Máximo Kirchner. En el colmo de la perversidad, ahora el Presidente acusó a la organización que Kirchner conduce de haber causado los incendios en forma intencional. Lo hizo en las redes antisociales por medio de un post del funcionario del gobierno Daniel Parisini, quien firma Gordo Dan.

Entre la cadena de reproducciones figuró el propio Presidente Milei. Los tuits atribuían los incendios a la derrota electoral de Unión por la Patria frente a La Libertad Avanza. “No era para quemar todo”, decía una de esas publicaciones falaces. El fiscal a cargo e incluso el entorno del gobernador Martín Llaryora lo desmintieron: no hay 17 detenidos ni tiene filiación política quien fue sorprendido con un bidón de combustible en capilla del Monte. Tanto el gobernador como su ministra de Ambiente, Victoria Flores, dijeron que las leyes provinciales declaran los bosques nativos zona roja, donde no se permiten edificaciones. Si bien los ambientalistas cuestionan la escasa claridad de la delimitación legal y la existencia de excepciones, la declaración del presidente de la Sociedad Rural de Jesús María indica que esas leyes molestan a los emprendedores donde se me da la gana.

El hermano de César

La otra noticia que perturbó al gobierno fue la renuncia del ministro de Salud, Mario Russo. Según Clarín su fulminante reemplazo se debe a que fue identificado como el ministro cuyo secretario solicitó una coima para lograr la extensión de un contrato. El Papa Bergoglio le habría transmitido esa información a la ministra Pettovello durante la reservada audiencia que mantuvieron en el Vaticano. Pero ella lo desmintió, en diálogo con el autor de la nota y en las redes antisociales.

Un cafecito en un bar de Luxemburgo.

Otras fuentes señalan que su renuncia obedece a una disputa con Santiago Caputo por el manejo de fondos de obras sociales y recursos para la adquisición de vacunas. Lo que no se ha revelado hasta ahora es la historia familiar del nuevo ministro, Mario Lugones, cardiólogo igual que Russo y padre de Rodrigo Lugones, socio del joven Caputo en la escudería Durán Barba durante la presidencia de Macrì. Pero además, el nuevo ministro tuvo un  hermano muy significativo:

César Lugones, secuestrado el 14 de mayo de 1976 junto con los catequistas Mónica Quinteiro, Mónica Candelaria Mignone, María Marta Vázquez Ocampo, Beatriz Carbonell y Horacio Pérez Weiss, por patrullas militares que dijeron ser del Ejército. Ninguno de ellos reapareció.

Pero a no ilusionarse: el nuevo ministro es la oveja negra de la familia.

 

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