
Aceites: el ejemplo que puso Alberto Fernández para la relación con el agro
El Presidente explicó en el reportaje con Página/12 el modelo de relación con los productores agropecuarios que prefiere para evitar subas descontroladas de precios en los alimentos. Y puso como ejemplo a la industria aceitera que, apenas 24 horas después, presentó el acuerdo que permite mantener exportaciones y precios razonables para los consumidores.
Apenas un día después de que Alberto Fernández convocara a los productores agropecuarios a buscar soluciones para la suba desmedida de precios de los productos alimenticios para el mercado interno, en un reportaje publicado por Página/12, se publicó en el Boletín Oficial el acuerdo firmado por los distintos participantes de la cadena de la industria aceitera, que garantiza al mismo tiempo la continuidad de las exportaciones y precios razonables para los consumidores.
El caso del aceite fue justamente el ejemplo elegido por el Presidente para explicar uno de los caminos que propone para encarar el tema de los precios de los alimentos. “Los aceiteros lo entendieron y organizaron un fideicomiso, resolvieron un mecanismo de compensación entre ellos”, había asegurado Alberto Fernández, al asegurar que “si no lo entienden”, los productores obligarían al Gobierno a intervenir a través de cupos o retenciones.
La violenta reacción opositora en contra fue inmediata. Tanto dos ex ministros de Agricultura de Mauricio Macri como los dirigentes de la Mesa de Enlace más ligados a Juntos por el Cambio rechazaron de plano la propuesta presidencial y calificaron como inviable su perspectiva. El acuerdo en la cadena aceitera llega para dejar sin demasiados argumentos a sus invectivas.
El acuerdo
La presentación en sociedad del acuerdo se hizo a través de la Resolución Conjunta 1/2021 de los ministerios de Agricultura y Desarrollo Productivo, publicada en el Boletín Oficial, que estableció que en los próximos 15 días hábiles los diferentes participantes de la cadena de comercio de la industria aceitera constituirán un fideicomiso privado, que no demandará ninguna erogación estatal.
Este fideicomiso se conformará “con el objetivo de sostener en el mercado interno un precio accesible de los aceites envasados para los consumidores, así como su pleno abastecimiento”.
La medida ratifica el alcance del acta firmada el 30 de diciembre pasado entre el Gobierno y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Productores y exportadores festejan
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) aseguró que el acuerdo puesto en marcha por el Gobierno para garantizar el abastecimiento de aceite comestible a precios accesibles en el mercado interno “protege a los consumidores y al comercio exterior”.
A través de un comunicado, la Cámara puntualizó que “el fideicomiso privado que se constituirá se propone proteger a los consumidores de aceites de girasol y mezcla con el de soja de las oscilaciones externas de esos commodities”.
Subrayó que esta protección se dará “mediante un sistema interno de compensaciones que posibilite estimular la libertad de mercado y la libre competencia, garantizando el abastecimiento interno y asegurando precios justos y razonables para los consumidores”.
“Como consecuencia, también se protege el comercio exterior de esos aceites, soja, girasol y harinas al asegurar el cumplimiento de los contratos y obligaciones asumidas con otros países, preservando a la Argentina como proveedor confiable”, afirmó Ciara.
Precisó que “para las empresas asociadas a Ciara significará un esfuerzo de 29 millones de litros mensuales, 75% del mercado nacional, implicando un valor anual de compensaciones intra industria por US$ 190 millones, que financiará la propia industria, para evitar incrementos en los precios”.
De esta manera, sostuvo que “se evitan los cierres de registros o la suba de los derechos de exportación, en virtud del compromiso de Agricultura y Comercio Interior para adoptar las medidas o acciones que remuevan toda distorsión del mercado exportador de los productos contemplados en el fideicomiso, velando por el sostenimiento de condiciones competitivas y equitativas para las empresas productoras involucradas, y procurando disuadir toda conducta contraria a la lealtad comercial y la defensa de la competencia”.
El rol del fideicomiso
Dentro de los instrumentos posibles que se habían evaluado como más convenientes para responder a la finalidad perseguida, se proyectó la creación de la figura de un fideicomiso privado. El fideicomiso que se establece estará integrado por las personas humanas y físicas que operen en el mercado de la soja y el girasol, y se encuentren inscriptos en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA).
El mismo “deberá velar por el interés económico general mediante un sistema interno de compensaciones que permitirá estimular la libre competencia, que garantice el abastecimiento interno y asegure precios justos y razonables para los consumidores”.
La norma prevé que los aportes de fondos de cada fiduciante sean calculados según las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de los productos sujetos a aportes, registradas a partir de la fecha de corte, que será el 1 de febrero último.
El texto publicado también dispone que el precio base de aceites envasados se ajuste de acuerdo con una fórmula durante la vigencia del fideicomiso.
Asimismo, contempla que la duración del compromiso suscripto se extinga el 31 de enero de 2022 y deja abiertas instancias de revisión periódicas en las que se analizará la continuidad del instrumento posterior al 31 de enero de 2022.
La letra chica del acuerdo
El contrato del fideicomiso establece cláusulas penales por los incumplimientos de los fiduciantes (exportadores) así como sus modalidades y plazos de ejecución.
Asimismo, los aportes de fondos deberán cubrir los gastos inherentes para el normal funcionamiento del fideicomiso, incluyendo los gastos administrativos, impuestos, sellos y tasas que fueran necesario abonar, honorarios y gastos del fiduciario y de los asesores y agentes del fideicomiso.
El monto de aporte por cada fiduciante se estableció en US$ 190 millones anuales, con posibilidad de ser revisado por la Secretaría de Comercio Interior ante variaciones del volumen mensual.
A los efectos de poder cumplir con el Monto de Aporte se establecerá un mecanismo de evaluación trimestral.
Los productos sujetos a aportes son harina y pellets de girasol; pellets de harina de soja; expellers de soja; habas de soja, incluso quebrantadas; semilla de girasol, incluso quebrantadas, hasta un 15% embolsado; y harina de habas de soja.
Por su parte, los productos sujetos a compensación son los aceites refinados comestibles destinados al mercado interno para consumo final y familiar en envases de hasta cinco litros; y los de soja, girasol y sus mezclas.
El volumen de aceites envasados que será objeto de las compensaciones es de 29 millones de litros por mes, en una proporción mínima de 80% de aceite puro de girasol.
Fuente: Página 12



