El Reino del Revés
Por Claudio Altamirano*
Mientras la búsqueda de Loan continúa, el senador libertario Juan Carlos Pagotto desató la indignación al proponer en el Congreso legalizar la venta de niñ@s “por necesidad”.
Durante la última dictadura cívico-militar y en los albores de la democracia, las Madres de Plaza de Mayo se manifestaron con el objetivo de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos y establecer responsabilidades por crímenes de lesa humanidad. “Con vida los llevaron, con vida los queremos” era su grito de lucha. Ese mismo lema resonó en las calles cuando una multitud marchó al Obelisco y luego a la Plaza de Mayo, acompañando a José Peña, padre de Loan, el niño de cinco años desaparecido en Corrientes.
Mientras la búsqueda de Loan continúa, el senador libertario Juan Carlos Pagotto desató la indignación al proponer en el Congreso una atrocidad durante el debate sobre modificaciones al Código Penal relacionadas con la sustracción y comercialización de menores de edad: legalizar la venta de niñ@s “por necesidad”. No sorprende que alguien que defiende a represores y funcionarios condenados por crímenes de lesa humanidad ahora apoye medidas tan inhumanas y extremas.
La propuesta de legalizar la venta de niñ@s, al igual que las ideas absurdas presentes en “El Reino del Revés” de María Elena Walsh, trastoca la esencia misma de la humanidad y los derechos fundamentales. En este Reino, imaginado por Pagotto, los valores humanos y las leyes que deberían proteger a los más vulnerables se invierten monstruosamente, convirtiendo la injusticia y la explotación en la norma. Como dice la canción: “Me dijeron que en el Reino del Revés, un ladrón es vigilante y otro es juez”. El libertario, defensor de represores, ahora propone medidas deshumanizantes.
La visión del representante de la extrema derecha es abominable. Atenta contra los valores humanos esenciales y viola los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño. Intentar legitimar la venta de seres humanos es inaceptable desde cualquier perspectiva moral y social.
En un país donde el cuidado de la infancia debería ser prioritario, la propuesta del senador riojano por La Libertad Avanza es retrógrada y peligrosa. Ignora las obligaciones internacionales de proteger a los niños y niñas de cualquier forma de explotación. La desaparición de Loan visibiliza la vulnerabilidad de nuestros pequeños. ¿Acaso no merecen un repudio generalizado las acciones de Pagotto y exigir que enfrente las consecuencias de sus propuestas, incluyendo su expulsión de la Cámara y una denuncia por instigación al delito?
La postura del senador concuerda con las declaraciones de Javier Milei en 2022, cuando aún era diputado nacional. Milei apoyaba la venta de órganos y consideraba que discutir la venta de niñ@s era “un tema muy abstracto” para la sociedad argentina. Despenalizar la venta de niñas y niños abre la puerta a abusos y perpetúa un sistema que los convierte en mercancía.
La verdadera libertad implica condiciones sociales y económicas que permitan a todos prosperar, incluyendo empleo, vivienda, educación y atención sanitaria. Las políticas libertarias extremas perpetúan la desigualdad y la opresión. Propuestas como la de Pagotto, bajo la fachada de libertad, empujan a los pobres a la explotación y el abuso. Socava, además, décadas de progreso en la lucha contra la trata de personas y el trabajo infantil. En lugar de avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria, nos arrastra hacia una era en la que el valor humano se mide en términos monetarios. Al abrir la puerta a redes criminales, pone en riesgo la seguridad y el bienestar de la niñez más pobre.
Como sociedad comprometida con la dignidad humana y la justicia, debemos alzar nuestras voces en contra de esta monstruosidad. Nuestros niños y niñas no son objetos; son el futuro de nuestra sociedad y merecen ser tratados con el máximo respeto y cuidado en todo momento y bajo cualquier circunstancia.
En lugar de considerar la venta de niñ@s como una “solución” a situaciones difíciles, debemos fortalecer los sistemas de adopción y apoyar a las familias vulnerables para garantizar la seguridad y los derechos de las infancias. La verdadera libertad implica oportunidades que permitan a todos vivir con dignidad y alcanzar su máximo potencial.
Cualquier legislador que se muestre a favor de una medida tan irracional no merece el respaldo de la ciudadanía ni de ninguna institución que defienda los derechos humanos y la justicia social. La propuesta de Pagotto y las políticas de Milei no sólo representan una regresión en términos de derechos humanos, sino también una manifestación de un sistema político desquiciado.
Es un reflejo de partidos políticos vacíos y de una sociedad que, en su desesperación, busca cambios en alternativas que conducen a una hecatombe. Legalizar la venta de niñas y niños es una medida tan irracional y desalmada como encerrar a una nación en un neuropsiquiátrico, donde los gobernantes, como verdugos implacables, sacrifican el futuro de la sociedad en el altar de su propia egolatría y demencia.
Fuente: La Tecl@ Eñe
*Educador, escritor y documentalista argentino.