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​El triunfo de la derrota – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna 

Haber conseguido el tercio de los votos en la Cámara de Diputados es un triunfo del gobierno de los Hermanos Milei. La adhesión incondicional de todas las vertientes del PRO y aledaños, el apoyo vergonzante de algunos gobernadores peronistas que desordenaron a sus representantes legislativos y el póker de radicales con peluca, señala al mismo tiempo la fortaleza y la fragilidad de la construcción política que lo sustenta y que viene golpeando sobre su propia base electoral, jubilados y jóvenes. Esa patrulla brancaleone alcanzó para ratificar el veto, pero es insuficiente para sancionar una ley. Entre quienes se opusieron hasta figuró Micky Vainilla.

Pasado el momento de alivio, al gobierno le preocupa la perspectiva de un loop, entre leyes impuestas por la oposición y vetos presidenciales respaldados por un tercio del Congreso. Tan frágil institucionalidad no es el mejor estímulo para atraer grandes inversiones, salvo en condiciones de enorme ganancia y rápida concreción. Por eso sólo vuelan los fabulosos negocios de la timba financiera organizada por los asociados Caputo & Bausili (incluyendo el blanqueo sin parking), mientras las reservas siguen en rojo, los vencimientos del año próximo son impagables, el oro del Banco Central será empeñado y los únicos aportes en la economía real, que sigue catatónica, son para la transferencia de paquetes accionarios, como el arribo de Río Tinto con 6.700 millones de dólares por Arcadium Lithium.

A prueba

La próxima semana el Congreso intentará comenzar el tratamiento de una modificación a la ley sobre los decretos de necesidad y urgencia. La idea que prevalece en los distintos bloques ajenos a LLA es impedir que la validez de un decreto se mantenga si ninguna de las cámaras lo trate o aunque sólo una de ellas lo rechace. Sólo tendrían validez si ambas cámaras los respaldan dentro de los primeros 60 días.

La próxima prueba para el gobierno será el presupuesto para 2025, pero sobre todo lo que venga después. El año pasado los candidatos al balotaje acordaron no tratar el presupuesto de 2024 para no contaminar el debate con las tensiones electorales.

La prórroga acordada.

Esto le permitió al Presidente Milei abusar del funcionamiento de la licuadora, con solo redirigir partidas y, sobre todo, repetir los montos del año previo, en un contexto de altísima inflación impulsada por la devaluación con que comenzó su gobierno. Esto sería aún más fácil si la oposición se negara a aprobar el proyecto oficial y por segundo año consecutivo el Poder Ejecutivo prorrogara el presupuesto de 2023. Este inconstitucional dilema no se repetirá con otras leyes, lo cual hace previsible un uso y abuso de los decretos sin necesidad ni urgencia si el Congreso no le restringe esa facultad a los Hermanos Milei. La excepción serán los proyectos de fuerte contenido antiperonista y/o antisindical, donde el menguado bloque libertario se acopla sin dificultad a los procaces, al radicalismo y a la coalición cívica libertadora. Por ejemplo, aquellos que debiliten a la CGT o el que proscriba la participación electoral de Cristina. La ex Presidenta da por descontada su aprobación, por lo cual desde la presidencia del Partido Justicialista no tiene el propósito de aspirar a ningún cargo electivo, ni el año próximo ni en 2027. Su propósito es que el candidato sea Axel Kicillof, pero desembarazado de la recua de intendentes y funcionarios que aspiran a colgarse de los pantalones del gobernador para satisfacer su ambición personal a ocupar los mejores lugares en las listas de candidatos.

El operativo Sinceramiento

El gobernador, que la semana que se inicia encabezará un acto en el día de “la lealtad al pueblo”, como resignificó uno de sus partidarios, sufre la presión de quienes lo rodean para que se independice de Cristina. En esta instancia, su ariete es el gobernador riojano, Ricardo Quintela, quien desembarcó en el Conurbano bonaerense con una lista cuyo nombre no parece elegido al azar: “Federalismo y Justicia”, dos estiletes contra la ex Presidenta (la elección partidaria será el 19 de noviembre, y una semana antes la Cámara Federal de Casación Penal confirmará la condena sin pruebas en la causa Vialidad contra Cristina, cuya representatividad en las provincias no es tan fuerte como en el Conurbano bonaerense).

Su anfitrión en Avellaneda, Jorge Ferraresi, dijo que los acuerdos de unidad en las últimas elecciones fueron de sumisión. Esto trasunta su cólera por no haber conseguido imponer a un candidato propio para la candidatura a Senador por la Tercera Sección electoral. Su titular, Emmanuel González Santalla, es próximo a Máximo Kirchner, lo cual explica el encono del heredero de Baldomero Álvarez de Olivera en la intendencia de Avellaneda, con su agrupación La Juan Domingo.

Agrupar a dirigentes, gobernadores y sindicalistas reacios a la conducción kirchnerista es una operación teóricamente simple, pero de difícil realización. La mayoría de los gobernadores con los que cuenta Quintela son aquellos que han contribuido a los triunfos legislativos de Milei. Al fundamentar por qué Cristina debería asumir la conducción, el formoseño Gildo Insfrán sostuvo que los gobernadores están obligados a cultivar la mejor relación con el gobierno nacional, por las necesidades de la gestión. Esto contradice la oposición cerrada que hoy se necesita contra las políticas de Milei. Desde el menemismo, su comprovinciano Jorge Yoma es otro de los apoderados de Quintela y el ex Vicepresidente Carlos Rückauf lo ridiculiza. Como columnista de La Nación +, contestó con una carcajada cuando le preguntaron por Quintela. Ante la intriga de sus interlocutores explicó: “Es que Quintela es un chiste”, y mencionó el default de su provincia y la emisión de pseudomonedas. El tercer apoderado es el ex juez Daniel Llermanos, quien sucedió a Recalde como abogado de Hugo Moyano.

Caja, pincullo y flauta

Cerca de Quintela afirman que Kicillof le planteó que no bajara su lista. Su respuesta codificada fue declarar la necesidad de “una nueva tonada” en el peronismo, con caja y pincullo. El viernes dijo que no contestó el llamado de Cristina porque lo escuchó de madrugada, pero eso fue el miércoles, y anunció que recién el lunes la llamará para combinar cuando reunirse en pro de la unidad. Aun así insistió en que el suyo es un camino sin retorno, porque hay demasiada gente comprometida.

Tampoco explicó comprometida a qué. También dijo que el anuncio de Cristina lo tomó por sorpresa y dificulta su camino, porque él es un cuatro de copas y ella tiene una envergadura muy superior, como para presidir sólo un partido. Endeble argumentación para enfrentarla, pero muy precisa para preferir por integrarse a la lista única que está armando ella. Es difícil imaginar el diálogo entre quien viene de decir sobre Jaldo y Jalil “que nadie más en nombre del peronismo utilice su banca en contra del pueblo y la Nación”, y quien replicó: “Son peronistas. No me animo a opinar. Ellos sabrán por qué lo hacen”.

El viernes, en el club Remedios de Escalada de Lanús, escoltado por el intendente Julián Álvarez y su rival en las PASO, Edgardo Depetri, Kírchner dijo que Cristina está haciendo lo que debe, porque no basta con gritar unidad, si no tiene un norte y las mayorías se desintegran al primer cimbronazo o ante los aprietes. “Las vanidades y los egos son mochilas muy pesadas para los dirigentes políticos. Primero te doblan las piernas y después te ponen de rodillas. Y un dirigente de rodillas nada va a poder cambiar”. Al mismo tiempo, La Nación mencionó una negociación secreta por la que Cristina asumiría la presidencia del partido nacional pero tendría que sacrificar a Máximo para que Axel lo reemplazara en el partido provincial. Desde el kirchnerismo afirman que no hay tal negociación y que apuntarle a Kirchner es el modo en que se animan a enfrentar a Cristina.

La estrategia que parece haber adoptado Kicillof será insistir en su presunta prescindencia de los debates internos, para dedicarse únicamente a la gestión y al enfrentamiento con el gobierno de los Hermanos Milei. Pero esto será más difícil de sostener cuando el adversario con el que colisiona ya no es el diputado Kirchner sino la ex Presidenta. Sobre todo, porque el aparato bonaerense del gobernador se está dedicando en forma activa a la consecución de avales para Quintela.

Piezas fundamentales son Ferraresi y Andrés Larroque. El Cuervo utiliza para ello una agrupación denominada La Patria es el Otro, consigna lanzada… por Cristina.

La conducción de la campaña del riojano en Buenos Aires estará a cargo de dos mujeres: Derrota Dolosa, que expresa el reagrupamiento del albertofernandizmo, y la vicegobernadora Verónica Magario. Uno de los apoderados de la lista es el yerno de Enrique Albistur, Leandro Busatto. Llama la atención que Quintela haya prescindido para este salto al vacío de su histórico ministro y apoderado, Juan Luna Corzo.

Quintela, Ferraresi, Albistur y Derrota Dolosa. El reagrupamiento del albertofernandizmo.

¿Qué te teman o te tomen por boludo?

Dentro de la estrategia de victimización del gobernador tiene un lugar el relato de que el kirchnerismo intentó bajar la candidatura de Magario a la reelección, para designar en su lugar al navegante no solitario de Lomas de Zamora. Pero Cristina se reunió con Magario para apoyar su candidatura. “Respeto la discusión, pero no la mentira”, dicen que dijo, en referencia tanto a Magario como a Kicillof, que pretende desligarse de los ataques que salen desde su entorno. La victimización funciona hasta cierto punto, como lo aprendieron Fernando De la Rúa y Alberto Fernández. Domingo Cavallo en el apogeo de su poder decía que es mejor que te teman a que te tomen por boludo.

Kicillof ha sido testigo en primera línea de cómo resultó la aventura de enfrentar a Cristina cuando la intentó Fernández, que concluyó en un papel decorativo en su propio gobierno y cuyo rol reposará en el basurero de la historia. Las cosas pueden ser aún peores, porque Kicillof aún no llegó a la presidencia. Sus voceros exaltan la militancia que le permitió ser reelecto en medio de la derrota general de 2023, y prefieren omitir que lo logró presentándose como el sucesor de CFK, pese a las tensiones subterráneas que existían desde que la entonces Vicepresidenta le planteó la reestructuración de su gabinete luego de la elección legislativa de 2021. Además, si lograra imponerse, descubriría que el establishment y la ortodoxia lo vituperan tanto o más que a ella, por el marxismo que le atribuye Milei y/o por el keynesianismo que él reivindica.

Puede ser que con Cristina no alcance, aunque su crecimiento se potencia con el deterioro de la imagen de Milei. Lo indiscutible es que sin ella sigue siendo imposible, como experimentó sin atenuantes Florencio Randazzo en 2017. Cristina le ofreció entonces tres opciones:

Que formara fórmula con Axel y fuera a las PASO por la presidencia en 2015, frente a Scioli y Zannini.

Que fuera el candidato a la gobernación bonaerense.

Que integrara una lista de unidad con ella para las elecciones legislativas de 2017.

Las rechazó todas, y así le fue: con el sello del Partido Justicialista no pasó del 5% en la elección de 2017 en la que Cristina llegó al 37%. Como Perón en Mendoza en 1966, ella perdió la elección general contra el oficialismo, pero reunificó al peronismo detrás de sí, uno de los factores que permitió la victoria electoral dos años después.

Quién ordena a cada peronismo

El ex intendente de Chivilcoy es uno de los dirigentes en quienes se apoya La Libertad Avanza para formalizar la división del peronismo, que mejoraría las chances de sus propios candidatos, la carismática hermana presidencial y el simpático seductor José Luis Espert. También participa de esa jugada el ex ministro de Alberto Fernández, Juan Horacio Zabaleta, quien perdió la conducción del municipio de Hurlingham en las últimas elecciones y está ávido de revancha. También hay algún nexo con el cordobesismo de Juan Schiaretti y Martín Llaryora, aunque ambos ya pregonaron “Ni Cristina ni Quintela”. Una observación difundida en Córdoba indica que “mientras Cristina ordena al peronismo nacional, al peronismo de Córdoba lo ordena la Fundación Mediterránea”.

Kicillof enfrenta un dilema que no les concierne a quienes sólo apetecen una candidatura a legislador o intendente. Lo asedia la maldición que en un siglo y medio de vida política ha impedido que un gobernador de la principal provincia del país llegue a la presidencia. Esta imposibilidad fue confirmada hace dos décadas por Eduardo Duhalde, quien apenas alcanzó un interinato al frente del Poder Ejecutivo, por una decisión de la Asamblea Legislativa, después de ser batido en las urnas por la eminente mediocridad de Fernando De la Rúa. Kicillof procura un camino de equilibrista sobre la cuerda floja: organizar un polo de poder que lo respalde, pero sin pronunciarse contra Cristina. Apoyar sin decirlo a Quintela, a sabiendas de que no puede ganar, pero con el propósito de debilitar a Cristina, con el mayor porcentaje de votos adversos que sea posible, sobre el vetusto padrón justicialista. Si tuviera éxito y llegara indemne al otro lado, habría nacido un nuevo liderazgo (en la línea del “elogio de la traición”, que Antonio Cafiero le transmitió a Pino Solanas). Emprende la travesía con demasiada gente palmeándole la espalda y un paso en falso lo arrojaría al foso de los cocodrilos.

Los canarios y el grisú

La inclinación de la CGT por postergar el tercer paro contra el gobierno de los Hermanos Milei y acordar en cambio la circuncisión del decreto reglamentario de la ley sindical obedece tanto a una tradición histórica como a las actuales relaciones de fuerza en su conducción. Hay que remontarse a 1955 para comprobar que la central obrera no reaccionó ante el derrocamiento de Perón en septiembre, pero declaró el paro general en noviembre, cuando el golpe liberal de Pedro Aramburu contra quien se declaraba soldado cristiano, Eduardo Lonardi. Confiaban en su promesa de que no habría vencedores ni vencidos.

La CGT con Lonardi. El paro general.

En la actualidad, la organización es conducida por el triunvirato que integran Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, pero la palabra decisiva reside en la dupla que forman Gerardo Martínez y Andrés Rodríguez. Tan fuerte es su influencia que para sus compañeros en la mesa chica cumplen el rol de los canarios en las minas de carbón, por su sensibilidad ante el grisú. “Si el gobierno no acuerda con ellos es porque no está dispuesto a negociar con nadie”, dice con resignación un dirigente que los padece. Por eso, agrega, ni la discusión en comisiones, ni la votación en el recinto de la Cámara de Diputados puede prevalecer sobre las conversaciones en la trastienda.

Esto, por cierto, repercute en el resto de las organizaciones afiliadas y explica tanto el anuncio de Moyano de que se alejaría de la CGT, como el de Mario Manrique sobre su renuncia a la secretaría gremial “porque no me representa”. También explica la adhesión explícita a la candidatura partidaria de CFK de la Corriente Federal, que integran Sergio Palazzo y Héctor Amichetti. En el mismo sentido se alinea el máximo dirigente de los metalúrgicos, Abel Furlán.

Esta semana, junto con la ratificación legislativa del veto, el Presidente tropezó en la calle, donde fue abucheado por transeúntes frente a la pizzería en la que se refugió uno de sus publicistas cuando provocó a los manifestantes frente al Congreso. Y también en el espacio virtual, por un tuit en el que para deslegitimar a las universidades públicas dijo que la de Rosario tenía 85.000 alumnos de grado y 10.500 empleados, y calculó: “Ocho empleados por cada alumno”. Luego se rectificó, pero su burrada ya circulaba con escarnio. Pero aún con un empleado por cada ocho alumnos, el porcentaje es muy inferior al de las principales universidades del mundo.

Una táctica rentable

Estacionarse en estos detalles beneficia al gobierno, que siempre abre el juego con una pretensión de máxima. Retrocedió luego de la movilización contra el cierre del Hospital de salud mental Laura Bonaparte, así como pagó con una pequeña mejora salarial el apoyo macrista al veto. La toma de facultades se extendió por todo el país, hubo un paro docente y se anunció la paralización de todo el transporte el último día del mes. Todas las medidas de lo que el gobierno denomina una batalla cultural se libran en nombre del equilibrio fiscal, como prerrequisito para contener la inflación. El gobierno celebró que en septiembre se haya reducido al 3,5%, que sigue siendo un número enorme. Anualizado aún supera el 200%, el doble del último año del Doctor Fernández. En una entrevista con el Financial Times, Milei dijo que no se levantaría el cepo antes de que el IPC se redujera al 2,5% mensual. Agregó que si le pusiera una fecha fija actuaría “como un planificador central”, lo que va en contra de su filosofía libertaria. Es decir que la libertad de Milei es el control. Su ex ídolo, Domingo Cavallo, replicó que el descenso no continuaría mientras no se decretara la absoluta liberación cambiaria.

“Esta película ya la vi, sólo que en un país con muchísimo más resto”, escribe un argentino que vive hace más de veinte años en Estados Unidos y no conoce a Cristina. “Cuando escucho las radios argentinas diciendo cosas como mirá la barbaridad que dijo, es un payaso, miente, destruye, no tiene plan, no es ni fiel a lo que pregona, o preguntarse por qué la gente votó tamaño gol en contra, me hace acordar a la misma ingenuidad que hubo aquí. El caos y la destrucción son el oxígeno y el combustible que los alimentan. Y por debajo de ese caos y esa destrucción se produce la transformación, con las políticas y los objetivos de derecha de siempre. Lo único que diferencia a la Argentina en su favor es el peronismo. El tema no es tanto qué último horror dice o comete la derecha, sino por qué falló la alternativa y cómo se construye frente a una montaña de dificultades, si es que alguna vez se sale de la pesadilla”

Un golpe del mismo palo

Un golpe más duro le asestó a Milei nada menos que el prócer libertario Hans-Hermann Hoppe. Discípulo principal de Murray Rothbard y mencionado por Milei como uno de sus inspiradores, descalificó al Presidente argentino y le negó la marca de libertario y anarco-capitalista. Lo calificó de “showman payasesco”, que no conoce de la economía más que un estudiante de colegio secundario. Lo considera un estafador, por incumplir sus promesas electorales. Acá podés ver la conferencia de Hoppe subtitulado en castellano. En un inglés pedregoso, el filósofo alemán Hoppe, de 75 años, afirmó que la “sensacional” victoria electoral de Milei se debió a que los argentinos querían un cambio, pero no comprendieron lo que Milei decía.

Durante su campaña electoral hablaba como antiestatista, pero como Presidente “puso el énfasis en ser antisocialista”. En vez de descentralizar el poder, limitó la autonomía de las provincias, en línea con Reagan o Thatcher. También objetó la política exterior, que para Murray Rothbard y para los libertarios, “es la cuestión más importante. ¿Está usted a favor de la guerra o de la paz?” Lo correcto es “declararse neutral”. En cambio, la visión del mundo de Milei es “tan sofisticada como la de un graduado de secundaria estadounidense”, un “buen chico que sigue las indicaciones del Fondo Monetario Internacional en lugar de repudiar la deuda”. Esto “aumentó el amor de las élites internacionales por Milei, ya que va a pagar todas sus deudas”. Además, fustigó el “romance entre Milei y Estados Unidos, que es el país más imperialista y belicoso del mundo, que mata a cientos de miles de personas”. [Después de la conferencia de Hoppe, esta semana Milei difundió en un encuentro con potenciales inversores un mapa de  la Argentina sin las islas Malvinas, y celebró el “Día de la  Raza”, denominación que impuso Yrigoyen y derogó Cristina, para reemplazarla por Día de la Diversidad Cultural].

Trump, a quien también adora, “es un bufón, un narcisista, un proteccionista y un guerrero”, agrega el filósofo alemán. Milei “también ama a Zelenski, a quien llamó un héroe de la libertad y le dio una medalla. No, Zelenski también es un payaso criminal que sacrifica a la población de Ucrania por una guerra sin sentido. La persona más criminal que existe actualmente es Netanyahu, y Milei baila con él en las calles”.

Hoppe cuestionó el propósito de unir la Argentina a la OTAN, el envío de algunas armas a Ucrania, la participación de las Fuerzas Armadas en maniobras con Estados Unidos en el Atlántico Sur y la decisión de que también asuman tareas de seguridad interior, contra el terrorismo y el narcotráfico. “Quiere usar el Ejército contra su propia población, no contra agresores extranjeros que atacan a la Argentina. Ningún país, en mucho tiempo, ha intentado atacar a la Argentina”. Por todo ello afirma que “es mejor que mucha de la otra basura que corre por ahí, pero eso es todo”.

Salvador Dalí, El rostro de la guerra (1940) intervenido por Navaja.

Del frente externo llegó una buena noticia y varias inquietantes para los Hermanos Milei.

El Directorio del FMI aprobó reducir las tasas y las sobretasas por sus créditos. Esto implica para la Argentina un ahorro que distintas fuentes estiman entre 450 millones de dólares (el ex ministro Mr. Magoo), 1.100 millones (Kristalina Georgieva) o 3.200 millones (el secretario de Finanzas, Pablo Quirno). El actual gobierno y el anterior se atribuyen haber logrado ese regalo del cielo, como lo calificó Juan Carlos De Pablo, y dentro de la administración de Fernández, Mr. Magoo y la entonces Vicepresidenta CFK consideran haber impulsado el reclamo. Lo seguro es que el directorio dejó de rechazar la gracia, cuando en la lista de grandes deudores apareció Ucrania, en guerra con Rusia.

“Nos hemos vuelto más cautelosos, por el riesgo de una nueva devaluación que podría reavivar las presiones inflacionarias”, afirmó BlackRock Latin American Investment Trust. Horacio Rovelli se ha ocupado varias veces en El Cohete de BlackRock. Es el principal acreedor privado del país y accionista de YPF, Pampa Energía, Transportadora de Gas del Sur, Transener, Central Puerto, Loma Negra, IRSA, Coca Cola, Bayer, Exxon, Chevron, Apple, Microsoft, Procter & Gamble, Tenaris, Mercado Libre, Arcos Dorados, Adecoagro, Glencore y Telefonica. También de los cuatro primeros bancos privados que operan en el país (Santander-Río, BBVA, Galicia y Macro).

El peso argentino sufrirá una nueva “devaluación inevitable e ineludible”, con el consiguiente salto de la inflación, vaticinó Robin Brooks, economista en jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF). El riesgo que evalúa es el de impago de la deuda internacional del país.

Todo eso sugiere que Milei acaba de lograr otro triunfo de su derrota.

Fuente: AM 530 – Somos Radio

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