La elección del PJ debe ser una excusa para generar una alternativa real en Misiones
En la última edición del año de “El Conversatorio Lateral”, el licenciado en Trabajo Social y militante peronista, Darío Martos, reflexionó junto al periodista Sergio Centenaro sobre el cierre de afiliaciones y el futuro del Partido Justicialista (PJ) en Misiones. Martos subrayó que el proceso electoral interno, previsto para abril de 2026, no debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta de organización. “Nos tiene que servir esto de normalizar el partido como una gran excusa para agarrar y juntarnos todos los compañeros y pensar que tenemos que construir algo en conjunto”, afirmó.
El análisis de Martos fue crítico respecto a la pasividad política de las últimas dos décadas en la provincia. Señaló que el oficialismo provincial (La Renovación) ha cooptado la discusión, anulando el debate interno tanto en el radicalismo como en el peronismo. “¿Hubo elección en todo este tiempo? Sí, pero ganaba el que el oficialismo provincial quería que gane. Listo. ¿Qué pasa? Eso anuló la discusión política por más de veinte años”, explicó. Esta falta de ejercicio democrático ha atrofiado el “músculo” del debate, haciendo que los compañeros pierdan la práctica de discutir y luego consensuar.
Ante el temor de que el gobierno provincial intente infiltrar o controlar nuevamente el sello del PJ, Martos fue pragmático: “Ellos ya tienen el partido y lo quiere conducir […] El tema es nuevamente qué hacemos con respecto a eso? Tratemos de organizarnos”. Para el militante, la clave está en construir una propuesta clara y diferenciada que vaya más allá de los nombres propios. Si el peronismo logra consensuar un proyecto de provincia, incluso si una lista oficialista ganara la interna, la verdadera oposición ya estaría consolidada en las bases y en la opinión pública.
Martos también hizo hincapié en la necesidad de elevar el nivel intelectual del debate y abandonar la “rosca” por debajo de la mesa. “Tenemos que discutir ideas. Tenemos que tener gente con cierta capacidad intelectual”, reclamó. Criticó la lógica de buscar candidatos en “invernaderos” y apostó por el surgimiento de nuevos cuadros desde lugares cotidianos como los centros de estudiantes, la pastoral social o el trabajo barrial. “Del peronismo tiene que salir los nuevos dirigentes, no de los invernaderos […] Tiene que salir de allá, de entre las piedras”, aseguró.
Sobre la situación nacional y provincial, el diagnóstico fue sombrío. Martos lamentó el apoyo de los diputados misioneros y del gobernador Oscar Herrera Ahuad al presupuesto nacional de ajuste, señalando que “terminó votando que no? […] Terminó votando? Afirmativo”. Advirtió que el 2026 será un año de padecimientos económicos donde “hay mucha gente que no va a tener con qué cenar”, pero insistió en que la esperanza radica en la organización colectiva para tener un “barco donde podamos estar todos los misioneros” cuando cambien los vientos políticos.
El cierre de la charla apeló a la mística y a la reconstrucción de los lazos afectivos dentro del movimiento. Martos llamó a recuperar la costumbre de discutir apasionadamente, pero terminar “abrazarnos y cantar la marcha todos juntos”, reconociendo que, aunque hoy esa unidad parezca una utopía lejana, es el único camino posible para transformar la realidad y dejar de depender de las olas políticas que vienen de Buenos Aires.
