
Ser judío en tiempos de Gaza desafiando al silencio
La voz crítica de Jorge Elbaum
En una contundente entrevista realizada en “Con Fundamento Kriollo” por Sergio Centenaro, el sociólogo, periodista y escritor Jorge Elbaum alza su voz contra la censura y la negación de las atrocidades que acontecen en Gaza. Su reciente artículo, “Ser judío en tiempos de Gaza”, publicado en “La Tecla Eñe”, se ha convertido en un faro de crítica y reflexión, exponiendo las presiones y el hostigamiento que sufre por manifestar un profundo humanismo y solidaridad con el pueblo palestino. Elbaum denuncia ser tildado de “abominable defensor de Hamas” y amenazado con ser despojado de su identidad argentina y judía por condenar genocidios, crímenes de guerra y acciones neocoloniales, desafiando así las políticas del Estado de Israel, incluso las consideradas criminales.
“Insisten en negar mi condición judía, porque condeno genocidios, crímenes de guerra, limpiezas étnicas y acciones neocoloniales de diverso tipo realizadas contra el pueblo palestino”, declara Elbaum, dejando en claro que sus opiniones son tergiversadas para intentar silenciar su postura. El autor enfatiza que muchos, incluyéndolo a él, han expresado explícitamente su condena al atentado del 7 de octubre de 2023. Sin embargo, se le exige un silencio cómplice ante lo que considera un horror sin cuantificación posible, donde la matanza de Hamas, aunque abominable, no justifica el sufrimiento palestino desde la Nakba de 1947.
Elbaum cita las palabras del exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Yair Golán, quien afirmó que “un país sano no se dedica a luchar contra civiles, no mata bebés por diversión y no se fija como objetivo expulsar a una población”, comparando a Israel con “la Sudáfrica de antaño”. Esta declaración, que Elbaum considera fundamental, es precisamente lo que se le exige no divulgar. El académico se niega a callar frente a los cotidianos bombardeos sobre población civil y las lágrimas de los padres que velan a sus hijos, y cuestiona la supuesta condición democrática de Israel al señalar que “existen 5 millones de palestinos que carecen de derechos políticos y sus vidas dependen de la justicia administrativa militar”.
El repudio hacia Elbaum se intensifica cuando describe la represión en Cisjordania, la colonización de tierras y la expulsión de poblaciones mediante leyes militares. “Se desestructuran cuando afirmo que defender el derecho inalienable del pueblo palestino no significa desconocer el derecho de Israel a existir”, señala. Critica duramente a figuras como Waldo Wolf, a quienes acusa de negar crímenes y avalar a los verdugos, manifestando que “ningún genocida tiene derecho a exterminar un pueblo en nombre de ninguna estirpe religiosa, cultural o geopolítica”.
El entrevistado defiende con vehemencia la tradición popular judía, de clara impronta crítica y humanista, que sufrió el exterminio nazi mientras enfrentaba con heroísmo a quienes hoy, según él, “aplauden la matanza en Gaza”. Elbaum imputa “malas compañías” a quienes considera que los curas en opción por los pobres son “infinitamente más íntegros, más sensibles y entrañables que todos los sujetos brutalmente derechizados de la colectividad judía local”. Su militancia se ubica en la solidaridad y la lucha por la libertad de presos políticos, viviendo en las “antípodas de la crueldad burda de la reacción monetarista despiadada y mezquina”.
Jorge Elbaum reivindica una tradición judía conectada con figuras históricas de valentía y convicción como Manuel Dorrego, Simón Radowitzky, Marcos Osatinsky, el rabino Amram Blum y Tamara Bunke Bider, afirmando que su amor por la patria argentina es profundo e indeclinable. Finalmente, reflexiona sobre la expulsión de Baruch Spinoza de la congregación judía de Ámsterdam por negarse a obedecer el sentido común de su época, concluyendo que “sus ultrajes son mi jactancia y que sus agravios son mis condecoraciones”, un poderoso cierre a su artículo y a la entrevista.



