Arauco y el hostigamiento y persecución a Puente Quemado II
Arauco no saca los ojos de la Comunidad Puente Quemado II. El avasallamiento va más allá de su territorio ancestral: a diario buscan incomodarlos y hacerlos sentir extraños en su propia casa, realizando visitas sin consulta ni justificación con un solo objetivo: demostrar quién tiene el poder.
Ayer se sumó un nuevo y nefasto episodio a esta operación sistemática. Mientras una familia de la Comunidad se encontraba limpiando una fracción donde se encuentran los pinos quemados por el incendio ocurrido en 2022, efectivos policiales llegaron acompañados de gente de Arauco a intimidarlos. De hecho, bajaron todos de la misma camioneta.
Lo “extraño” es que no les dijeron a qué fueron, simplemente recorrieron la zona y se negaron a dar respuestas. Minutos más tarde, se subieron –todos al mismo auto- y se fueron. Sorprende el empeño con que llega la Policía a la Comunidad del brazo de una multinacional, y cómo se mira para un costado cuando son los indígenas quienes los llaman, y –para sorpresa de nadie- nunca acuden.
Está claro el posicionamiento de la Policía de Misiones, no solamente en Puente Quemado II, sino en toda la provincia; cuando no les toman las denuncias, los tratan de usurpadores, se les ríen en la cara y fingen no estar cuando los indígenas los necesitan. Ahora también, en un cínico acto de demostración de poder, ingresan a una Comunidad escoltando a una multinacional.
En Misiones el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), no es nuevo. Arauco lleva años adueñándose de la provincia (ostenta alrededor de 250 mil hectáreas), en detrimento del medioambiente -con su modelo extractivista y todo lo que eso conlleva-, y del Pueblo Mbya.
Fuente: Equipo Misiones de Pastoral Aborigen