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De los microbios de Perón a la inmunodeficiencia de Rovira

La patogénesis del Partido Justicialista de Misiones

Por Alcides Cruz

El General Perón en sus reflexiones filmadas habló por experiencia y antelándose a los tiempos venideros sobre los tránsfugas:

“El Movimiento tiene enemigos de afuera y enemigos de adentro. Quien No lucha contra el enemigo ni por la causa del pueblo es un traidor; quien lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo es un compañero; y quien lucha contra un compañero es un enemigo o es un traidor”

La idea original de Mao Tsé Tung fue la base de la reflexión de Perón sobre quienes luchan contra un compañero que se supone tiene los mismos ideales, sobre todo cuando se tiene a un enemigo al frente poderoso como ocurre en el presente con la asonada de ultra liberalismo y coloniaje protagonizado por Javier Milei.

[*Anoten: Esto servirá para aproximarse y entender por qué Rovira se clona al mileísmo. Es un modelo de supervivencia latente que parasita las membranas del poder más fuerte]

En la época de Perón se conocía la existencia de los anticuerpos biológicos que despertaban en el organismo humano con el ingreso de los microbios patógenos. Lo que se supo con el transcurso de la investigación científica es que los gérmenes nocivos, particularmente los virales, pueden fotocopiarse o clonarse de modo tal de que el cuerpo humano No los reconoce “de entrada” sino cuando la enfermedad está declarada y haciendo estragos. Un ejemplo es el virus HIV que ataca directamente al sistema inmunitario, impidiendo el desarrollo de las defensas naturales.

Perón hablaba de que el modelo peronista dejó librado a las fuerzas de defensa – auto defensa el juego de equilibrar los sucesos orgánicos en una comparación con los que sucede en los organismos políticos e institucionales. Mucho ha cambiado, tal que en el presente los países se manejan desde afuera del organismo natural mediante virus que responden a los estímulos externos, porque su fuente de energía y nutrición No están radicados en el cuerpo donde están injertados.

Una breve nota en el Diario El Territorio publica la foto de la placa de Petri.
[*Anoten: Hay que indagar los efectos de las frecuencias 5G (Quinta Generación) de los celulares sobre el organismo humano. Es la que viene]

Tristemente el Movimiento Peronista ha dejado de ser un organismo auto inmune. Quizá desde que el mismísimo instante en que Perón echo de la Plaza de Mayo a los anticuerpos naturales que habían batallado para que él vuelva. Hoy con el diario del lunes se sabe que había regresado a la Argentina en acuerdo con los Estados Unidos y con pasaporte paraguayo. No fue en vano la pregunta sonora. ¿Qué pasa General que está lleno de gorilas el gobierno popular?

El mismo General Perón enseñó que dentro de los partidos políticos no sólo hay ideales sino intereses en pugna:

“Un hombre de nuestro movimiento que lucha contra otro hombre de nuestro movimiento – puede ser lo que dijo Mao – que se haya pasado al bando contrario, pero generalmente defiende un interés No un ideal;  el que defiende un ideal No puede tener controversia con otro que defiende el mismo ideal; el peronista debe percatarse que los intereses No pueden estar por sobre de todos los ideales que todos defendemos y todos debemos luchar; por eso existe el apotegma que dice que para un peronista No debe haber nada mejor que otro peronista…”

Los que defienden intereses y NO ideales son los gérmenes patógenos, son los tránsfugas. Son – con la modernidad biológicas –  los inyectados desde afuera, mantenidos con contratos desde afuera, y fortalecidos con fondos para su actividad contaminante o bien para mantener indefenso e incurable al partido que han cooptado, No sin necesitar crónicas dosis de dinero para sostenerlo con vida.

Dicho este panorama previo abordemos el caso del peronismo en Misiones

En el Partido Justicialista de Misiones se configuró una singularidad. Los tránsfugas No se fueron a otro partido, sino que trajeron al partido ajeno adentro del propio. Dejaron la fachada intacta pero el corazón trasplantado late con el marcapasos del oficialismo gobernante hace más de 20 años.

Así el edificio muestra su cara de bobo y por dentro retumban las palabras porque No hay nadie que pueda demostrar la identidad peronista intacta. Está vacío de compañeros, aunque los que se instalaron allí, se hagan una careta con el escudo justicialista y salgan en las fotos lo más campantes.

El Tribunal de Disciplina del PJ avaló el apoyo del diputado nacional Alberto Arrúa a la repudiada visita de legisladores del bloque de Milei a los genocidas de la Dictadura de 1976 – 1983.

Ese punto y otros de NO menor gravedad para la concepción peronista, como la votación a favor del DNU y la Ley Bases, no fueron considerados por la junta disciplinaria un asunto contrario a los principios de soberanía política, independencia económica y justicia social.

Claramente estamos ante la acción de un tránsfuga o germen patógeno renovador clonado de peronista. Como quienes lo deben juzgar son de la misma estructura proteínica No lo reconocen como tóxico.

Mediante un comunicado público los dirigentes filo renovadores justificaron la obediencia debida del legislador Arrúa a la manda del oficialismo provincial, cuya máxima figura, Carlos Rovira pactó con el Presidente Javier Milei el intercambio de favores políticos en ambas Cámaras por fondos de obra pública. Como está dicho, el Partido Justicialista de Misiones está contagiado de rovirismo y se resfría cuando éste estornuda.

Cabe recordar que Alberto Arrúa alcanzó la diputación en base a una maniobra de cúpula que desplazó a los referentes peronistas de Misiones y colocó aviesamente a candidatos de un partido avatar denominado Innovación Federal dentro de la boleta del Frente Unión por la Patria.

Todas estas circunstancias son naturalizadas en la sede de López y Planes donde una prolongación del poder renovador se manifiesta reticente al llamado de elecciones internas a  nivel nacional.

El objetivo de los referentes del rovirismo en el PJ es mantener la lapicera para continuar incrustando al justicialismo en el Frente Renovador. Tal intención es el trasfondo de cerrar el partido al debate interno y someterlo al estrecho interés de la cúpula en el sostén de cargos públicos personales.

Todo el mundo peronista conoce la crónica subordinación del Partido Justicialista de Misiones a la Renovación, razón por la que el grueso de los militantes se alejó o se desafilió al verse No representado y burlado por “modus operandi”.

La situación del PJ Misiones es tan ridícula que dirigentes como Juanchi Irrazábal apoyan en el presente las críticas a las maniobras dilatorias y de sumisión al rovirismo que otrora supo aplicar en el mismo sentido. Podemos colegir que se vive en Justicialismo misionero una tercera etapa patológica: la primera con Irrazábal, la segunda con Pereyra Pigerl y en la actualidad con Miriam Comparín.

Es como si el Justicialismo misionero se hubiera “pasado de rosca” y derribado totalmente sus barreras morales (inmunitarias) a tal punto de reducir su existencia a mero sello de goma. Hoy es un paciente crónico que necesita de que la Renovación le compre y le administre los remedios.

Los opositores internos a los gerenciadores de la Renovación en el PJ evaluaron risueñamente las respuestas esgrimidas por” el tribunal de disciplinamiento a Rovira”  en una reunión dedicada a tal asunto.

El Justicialismo misionero ya no tiene personalidad ni vida propia y es una sombra mimetizada del régimen gobernante en la provincia.

En el debate se consideró que el partido está colonizado por la oligarquía renovadora y que el único portento que demuestra es la billetera del gobierno.  Allí radica la médula del problema. Mencionados apodos como “la chancha” o “el monje negro”, entre otros, son largamente las células neoplásicas de la presente debilidad. Prohibir que los peronistas auténticos se acerquen a la Casa de López y Planes es una muestra de un organismo “institucional” tomado por entes extraños.

La disputa por la herramienta electoral no tiene visos de solución sino a través de una intervención nacional. Una suerte de cirugía mayor. Las condiciones de languidez ideológica de la actual cúpula del PJ misionero es lamentable. El Diputado Nacional Arrúa se arroga una representación que no tiene. Decirse peronista y ser un mandadero de otro partido sin vergüenza personal, resume el sin sentido.

Reunión de dirigentes peronistas para analizar la obsecuencia de los patógenos instalados en la sede partidaria de López y Planes.

Fuente: El Vecinal

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