
El Plan Prebisch: La estrategia liberal que buscó desarticular la independencia económica argentina
En una entrevista para el programa “Con Fundamento Kriollo” del canal de streaming “Radio Lateral”, Miguel García analizó en profundidad lo que denominó como el “Plan Prebisch“, un proyecto económico que, según su relato, fue impuesto tras el derrocamiento del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón en 1955. García describió este plan como la manifestación de una estrategia compleja y permanente destinada a reestructurar la economía nacional.
García explicó que el Plan Prebisch “consta de tres documentos que emanan de un conjunto de técnicos”. Detalló que “Prebisch es la cabeza por ahí el asesor principal que conforma la dirección de ese proyecto, de ese programa, de ese de ese estudio sobre la situación económica argentina”. Este programa, afirmó, fue implementado de manera radical por la dictadura que sucedió al gobierno derrocado, con el objetivo de “romper estructuralmente el núcleo que constituyó el baluarte de la independencia económica argentina”.
El entrevistado vinculó directamente este plan con los intereses de potencias extranjeras y organismos internacionales. Señaló que “Prebisch particularmente, bueno, forma parte de la CEPAL, de la Comisión Económica para América Latina, un organismo del de las Naciones Unidas que tiene fundamentalmente la particularidad de implementar estas recetas, estas medidas recurrentes, permanentes”. Aseguró que la finalidad era “generar eh la dependencia económica de la nación, ¿verdad? y desestructurar eh los elementos que hacen a nuestra posible a nuestro posible desarrollo económico, financiero, productivo, fundamentalmente”.
García trazó una línea histórica que, en su perspectiva, conecta el plan Prebisch con la posterior adhesión de Argentina al Fondo Monetario Internacional y el sistema de Bretton Woods. “Lo que han instalado en Argentina fue el modelo impuesto e en Bretton Woods sobre la nueva organización económica global que ha roto, quebrantado de manera total las soberanías económicas de las naciones”, afirmó. Este modelo, según él, reemplazó el comercio bilateral por un sistema multilateral que obligaba a la dependencia del dólar.
Durante la conversación, también se refirió a la figura del embajador estadounidense Spruille Braden, a quien identificó como un actor clave en la oposición al proyecto nacional. “Braden, la figura de Braden, nada menos que vos bien mencionás, que es el que aglutinó a toda una oposición bajo el rótulo de Unión Democrática”, recordó. García sostuvo que esta injerencia extranjera fue una constante: “si no es por las buenas, por las malas, el golpe de estado del 55 ya es la conclusión definitiva”.
Para concluir su análisis, Miguel García citó al pensador Raúl Scalabrini Ortiz: “sé perfectamente que el doctor Raúl Prebisch no es más que un títere que utiliza la inteligencia británica para intentar la reconstrucción de su antigua hegemonía”. Con esta referencia, reafirmó su tesis central de que el plan respondía a “políticas de estado de las naciones hegemónicas de los países centrales, Estados Unidos y Reino Unido principal y fundamentalmente”, cuyos efectos, a su juicio, persisten en la actualidad.



