Columnas de Opiniónprincipales

La rebeldía como bandera

Evita contra el colonialismo económico

Por Frente de Mujeres de La Cámpora

A 105 años de su nacimiento, recordamos a Evita con el mejor homenaje: enfrentarnos con decisión y coraje a la oligarquía de cada época y a sus servidores. El gobierno de Javier Milei y “Toto” Caputo, desde el primer día, ejecuta recetas de ajuste que aumentan la pobreza, la exclusión y la desigualdad. La media sanción de la Ley Bases y el DNU 70/23 nos invitan a complejizar, desde un perspectiva de género, sobre la riqueza hiperconcentrada en un puñado de varones blancos, que se apropian indebidamente del trabajo no remunerado o no registrado de mujeres e identidades feminizadas.

No hay nada de novedoso en las políticas del actual gobierno, como sostuvo Cristina en el acto en Quilmes el pasado 27 de abril: son las recetas de siempre, con unos pocos que tienen mucho y sólo atienden los intereses de una minoría privilegiada y egoísta.

En el día de su nacimiento, recuperamos lo que escribió Evita en el libro “Mi mensaje” (1952), donde afirma que siempre va a “pelear contra la oligarquía vendepatria y farsante, contra la raza maldita de los explotadores y de los mercaderes de los pueblos”. Y describe como abominables a “los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo, y a veces regalando, por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos”.

No hay nada de novedoso en las políticas del actual gobierno (…) son las recetas de siempre, con unos pocos que tienen mucho y sólo atienden los intereses de una minoría privilegiada.

A cinco meses de iniciada la gestión, el gobierno de Javier Milei parece empecinado con cumplir el mandato de Mauricio Macri,  yendo “en la misma dirección, pero lo más rápido posible“. Desde los feminismos populares venimos denunciando la violencia económica a la que nos someten las políticas de ajuste, que si bien afectan a todo el pueblo argentino, perjudica todavía más a las mujeres.

La Ley Bases logró la media sanción gracias a los aliados que encontró la casta financiera en la Cámara de Diputados. Esta ley es la condición que impuso el presidente como mecanismo de chantaje a las provincias de cara al pretendido “Pacto de Mayo”, que si miramos a quiénes beneficia deberíamos llamarlo “pacto de machos”. La política económica de este gobierno no hace más que beneficiar, todavía más, a los que siempre ganan: los Galperín de la vida a quienes se los exceptúa de impuestos permitiéndole hacer con los planes sociales una bicicleta financiera.

Los más de 200 artículos de la ley Bases, sumados al Decreto 70/23, son un punto de partida para el retroceso de nuestras demandas históricas. Una de las principales alarmas es la eliminación de las moratorias previsionales, la política de seguridad social iniciada por Néstor y Cristina, que permitió a casi 4 millones de personas acceder a la jubilación. La crueldad de este gobierno, avalada por los legisladores que votaron a favor, señala a estas personas como responsables del déficit.

Al “Pacto de Mayo”, si miramos a quiénes beneficia, deberíamos llamarlo “pacto de machos”.

Las mujeres somos las principales afectadas. Según datos de ANSES, el 60% de las jubiladas accedieron al sistema previsional a través de moratorias. Con datos de hoy, si la ley se aprueba en el Senado, 9 de cada 10 mujeres no podrán jubilarse.

Somos quienes trabajamos en mayores niveles de informalidad y registramos menores ingresos, pero también quienes concentramos el 75% de las tareas de cuidado. Sostenemos la reproducción de la vida, con una doble o triple jornada laboral, y no sólo no es reconocido, sino que lo que producimos es apropiado por los ricos y poderosos de siempre. Los aportes que nos faltan los tiene el patriarcado. 

La eliminación de la moratoria esconde, a su vez, un aumento encubierto de la edad jubilatoria. Quienes no reúnan la cantidad de aportes deberán esperar hasta los 65 años de edad para acceder a una Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que equivale al 80% de una jubilación mínima. Creando un sistema de segunda y jubilaciones de miseria, se condena al pueblo al hambre que, tal como advertía Eva es “el arma de los imperialismos”.

La Ley Bases, comparada durante el debate parlamentario con el estatuto legal del coloniaje, incorpora una reforma laboral que perdona multas, deudas y sanciones a los empleadores que no registren las relaciones laborales, duplica el período de prueba y legaliza la contratación informal. La brecha de género, aunque la nieguen, avanza.

Además, quieren eliminar la categoría de monotributo social que actualmente incluye en el sistema económico a más de un millón de personas, de las cuales la mayoría son mujeres. Esto significa, nada más y nada menos, que expulsarlas del sistema.

Creando un sistema de segunda y jubilaciones de miseria, se condena al pueblo al hambre que, tal como advertía Eva es “el arma de los imperialismos”.

Las recetas que la oligarquía y sus servidores quieren aprobar, en un ómnibus de reformas, no son originales: son un copy paste de lo que dicta el Fondo Monetario Internacional. Quieren pagar la deuda con nuestras jubilaciones y la feminización del trabajo precarizado. Spoiler alert: estos intentos, más temprano que tarde, conducen al fracaso.

Nuestro pueblo sabe ponerse de pie, incendiarse con el mismo fuego que ardió en el corazón de Eva y decidirse a ser libre. Porque, como decía Evita, “en la vida Argentina ya no hay lugar para el colonialismo económico, para la injusticia social, ni para los traficantes de nuestra soberanía y nuestro porvenir”.

Ayer y hoy seguimos luchando por una Patria justa, libre y soberana, como ella lo soñó.

Fuente: lacampora.org

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