Solidaridad desde Córdoba con los 8 delegados policiales presos en Misiones
Adriana Rearte, es retirada del Servicio Penitenciario de Córdoba y esposa de un policía en esa provincia. Participó activamente de la lucha salarial del sector en 2013 que finalizó con su procesamiento y confrontación con el gobernador De la Sota.
En diálogo con Radio Lateral, Rearte repasó su historia personal, la lucha de los camaradas cordobeses y se solidarizó con los 8 delegados policiales presos por decisión política del oficialismo misionero. Para Rearte, la justicia es un “perrito faldero” del poder político.
Adriana Rearte: La Justicia y su Relación con el Poder Político en Argentina
La lucha por los derechos laborales en Argentina ha tomado muchas formas a lo largo de las décadas, pero pocas voces son tan contundentes y resonantes como la de Adriana Rearte. Una figura destacada en el movimiento policial y penitenciario, Rearte, quien es también una ex penitenciaria, ha estado en primera línea de la protesta por salarios justos y dignidad laboral. En su reciente conversación, Rearte abordó no solo su experiencia personal, sino también la actual situación de los cuerpos de seguridad en Argentina y la problemática de la justicia como un instrumento del poder político.
Quién es Adriana Rearte
Adriana Rearte es una ex funcionaria del Servicio Penitenciario de Córdoba y esposa de un policía. Su historia se entrelaza con las luchas que enfrentaron las fuerzas de seguridad en su provincia, especialmente en el contexto de la crisis salarial de 2013. Su carrera y dedicación a la causa la llevaron a involucrarse activamente en protestas que, eventualmente, resultaron en su procesamiento judicial, lo que la convirtió en un símbolo de resistencia frente a la injusticia.
La Lucha por el Salario Digno
Las protestas comenzaron en 1991, cuando Rearte y otras esposas de policías comenzaron a exigir mejores sueldos debido a que sus familias no podían subsistir con los ingresos de los policías.
En 2005, Rearte y algunas esposas retomaron la lucha, pero fue en 2013 donde el movimiento cobró mayor fuerza. La falta de respuesta por parte del gobierno a los reclamos por mejores condiciones salariales y de trabajo culminaron en una toma de la guardia de Infantería en Córdoba. Este acto de desobediencia civil se desarrolló tras un desprecio público del gobierno, que ignoró las demandas incluso cuando una gran parte de la fuerza policial se unió a la protesta.
La Indignación y la Represión
El 2 de diciembre de 2013, un grupo de menos de 15 mujeres tomó la guardia de Infantería, lo que desencadenó una serie de eventos que culminaron en un paro policial masivo. Rearte y sus compañeras no solo luchaban por un aumento de salario, sino también por la dignidad y el respeto de sus derechos laborales.
La respuesta del gobierno fue represiva y las acciones de protesta fueron vilipendiadas. La gestión del entonces gobernador De la Sota fue criticada por utilizar el descontento social como un medio para distracción política, y Rearte no dudó en señalar que la justicia servía como “el perrito faldero del poder político”.
La Criminalización de la Protesta
Durante su testimonio, Rearte señala cómo se ha criminalizado la protesta en Argentina, especialmente entre los cuerpos de seguridad. La actual situación de los ocho delegados policiales detenidos en Misiones es un reflejo claro de esto. Ella sostiene que se trata de una retaliación política como respuesta al acampe realizado por los policías, que buscaban visibilizar sus reivindicaciones.
La Justicia como Instrumento de Poder
Adriana Rearte enfatiza que la falta de verdadera separación de poderes en Córdoba ha permitido que la justicia sea manipulada por las autoridades en el poder. Según ella, esto se traduce en un uso sistemático de la justicia para silenciar y castigar a aquellos que se atreven a alzar la voz.
“La justicia es el perrito faldero del poder político” – Adriana Rearte.
La historia de Rearte pone de manifiesto la necesidad de una reforma en las fuerzas de seguridad y en la política de salarios en Argentina. Ella apela a la comunidad para que se unan y abogan por sus derechos, enfatizando que la unión es fundamental para lograr cambios significativos.
Mensaje de Esperanza y Lucha
En un clima de creciente temor entre los trabajadores de la policía y del sistema penitenciario, Rearte instó a sus compañeros a no rendirse ante el miedo. Los alienta a organizarse y a continuar luchando por salarios y condiciones laborales justas.
Reflexiones Finales
La historia de Adriana Rearte no solo es una narrativa de lucha personal, sino un llamado a la acción para todos aquellos que enfrentan injusticias laborales. Su historia ilustra perfectamente cómo las luchas de los trabajadores son también luchas por la dignidad y el respeto. Al final, Rearte reafirma que, a pesar de las adversidades, la unión y la perseverancia son fundamentales para la victoria.
Como sociedad, es vital escuchar y respaldar a las voces como la de Adriana Rearte, que se levantan en pro de la justicia y los derechos laborales. Es un recordatorio de que la lucha por un mundo más justo continúa.
Recuerda seguir esta lucha y no quedarte callado. Si eres parte de un movimiento social, la resistencia compartida puede hacer la diferencia en nuestra búsqueda por la justicia y la equidad.
